Soy Cristina Álvarez, desde pequeña me llamó siempre la atención todo tipo de animales. Me fui de mi ciudad natal para estudiar Magisterio de Primaria, y aunque nada tenía que ver, mi corazón me pedía formarme en el mundo animal. 

En Ávila, conocí la Protectora de animales Huellas, donde sin dudarlo me hice voluntaria, y allí comenzó mi andadura entre animales. Allí aprendí a tratarlos, manejarlos, entenderlos y cuidarlos. Pronto pase de ser voluntaria a una de las pocas trabajadoras que tenían. En total, 9 años rodeada de animales que también me permitió formarme como Auxiliar y Ayudante Técnico Veterinario en la Universidad Alfonso X, el sabio, en Madrid.

Para continuar saciando mi curiosidad de saber, estudié Peluquería y Estética Canina y Felina, y aunque no me he formado en cortes y estilos, me dio el conocimiento suficiente sobre la piel y el pelo de los peludos. 

Al final, decidí volver a mi ciudad natal, Ponferrada, y tras 10 años de experiencia en el mundo animal y después de valorar la situación, decidí montar una guardería de mascotas, pero diferente a lo que estamos acostumbrados:

Una guardería sin jaulas, en mi propio hogar, en dehesas, donde solo se quedan solos cuando tengo que salir a hacer cosas (o a hacer vida social). Donde tienen sitio donde correr y jugar libremente entre otros perros, sin separaciones entre vallas o encerrados en cheniles. Donde disfrutan de snacks naturales, juegos interactivos y sobre todo lo que ellos más prefieren, cariño y compañía los 7 días de la semana.